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Si usted pensaba que le iba a escribir mal de “Triunfo del amor”, la nueva telenovela nocturna de El Canal de las Estrellas, está en lo correcto. Es una infamia lo que está pasando ahí.

¿Por qué? Porque no estamos hablando de un programa de televisión, estamos hablando de política, de grilla, de mala onda.

¿Contra quién? Contra una de las productoras más importantes de la historia de la televisión mexicana: Carla Estrada.

¿En qué me baso para decirle esto? Le voy a explicar y ya usted me dirá si está de acuerdo conmigo o no.

Desde hace varios años, en las pantallas de Televisa hemos visto una especie de movimiento que pretende desprestigiar y aniquilar a la responsable de éxitos tan monumentales como “Quinceañera”, “Te sigo amando” y “Amor real”.

Si la señora saca una telenovela, inmediatamente corren los rumores de que es una tirana y aparecen unas críticas que más que críticas, suenan a campañas en contra de su trabajo.

Si Carla da muestras de querer llevar a Televisa a alguien de otra televisora, como Silvia Navarro, algo pasa que no se la autorizan, pero casualmente, le dan permiso de hacer ese mismo movimiento, con esa misma estrella, a otro productor.

Si la señora integra un cuadro de actores con luminarias como Adela Noriega, Lucero, Fernando Colunga, Daniela Romo, Rogelio Guerra, William Levy y Rubén Zepeda, de repente algo sucede y se lo desmantelan.

A diferencia de lo que pasa con los elencos de la mayoría de los productores de El Canal de las Estrellas, que son como de su propiedad, llevamos tiempo viendo a los de Carla Estrada en otras partes.

Y lo mismo sucede con su directora de escena, con sus historias, con sus ideas, con todo.

¿Cómo es posible que Televisa le haga esto a una persona que cambió la manera de ver y hacer telenovelas en México y el mundo?

¿A usted ya se le olvidaron todas las aportaciones que la señora Estrada le hizo a este negocio?

Carla Estrada ya era Carla Estrada cuando la mayoría de los productores de ahora no pasaban de ser simples asistentes, y lo hizo siendo mujer, y lo hizo siendo universitaria.

A mí se me hace una ofensa terrible que Televisa esté haciendo “Triunfo del amor” porque es un refrito de “El privilegio de amar” (la obra cumbre de la señora Estrada), porque era a Carla a la que, por rotación, le tocaba ocupar ese horario, y porque sus responsables la están haciendo mal.

Es como burlarse de ella, como producir telenovelas para hacerle daño a alguien de adentro en lugar de pensar en las necesidades del público, que está afuera. Es jugar sucio.

¿A usted se le hace lógico que el productor Salvador Mejía esté grabando este título después de la cochinada que fue “Corazón salvaje”?

¿A usted se le hace coherente que Carla Estrada esté sentada en su casa después del éxito internacional de “Sortilegio”?

La televisión mexicana, como si fuera el gobierno, ya no está pensando en nosotros, está pensando en el beneficio de unos cuantos, está pensando en poder. ¡Qué triste!

Y qué horror de telenovela. Más allá de 45 mil asuntos de color que usted habrá detectado, aquí hay severas broncas estructurales.

La gracia de la historia original de “El privilegio de amar” (“Crystal”) era que veíamos a una villana rica, elegante y madura maltratando a una muchachita pobre que se quería convertir en modelo sin imaginar que se trataba de su propia hija.

En “Triunfo del amor”, el personaje de esa señora madura (Victoria Ruffo) no es ni de villana, ni el de una persona ruda ni el de una mujer con clase.
Es el de una vieja buena, fodonga y llorona. ¡Qué chiste tiene ver algo así! Me siento como en “Simplemente María”. ¿A poco también se la anexaron como le anexaron “Yo compro esa mujer” a “Corazón salvaje”? ¿Se vale?

Y ni hablemos de la fanática religiosa del proyecto original que ahora está siendo interpretada por Daniela Romo. Era una mujer con toda una justificación para ser como era.

Aquí es una vil asesina que utiliza la religión para fines oscuros. ¡Cuidado!

¿Qué tan graves no estarán las cosas en “Triunfo del amor” que lo más importante de su lanzamiento es la presencia, como actor, del futbolista Cuauhtémoc Blanco?

Por supuesto, el señor Blanco no es actor, ¿pero cómo nos podemos tomar en serio una telenovela donde nada es en serio?

Compárela con la versión de Carla Estrada. Ahí teníamos un reparto increíble, unos personajes entrañables, una canción divina e, incluso, innovaciones que yo dudo que vayan a volver a tomar en su real magnitud como el rollo “gay”.

A lo mejor usted no lo sabe, pero oficialmente “El privilegio de amar” es la telenovela con más alto “rating” de todos los tiempos. Está en los libros.

¿Qué podemos pensar de esta adaptación? ¿Qué podemos pensar cuando a la que le tocaba hacer telenovela era a la responsable de ese éxito, a la señora Carla Estrada? ¡Qué!